Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo Trigésimo Cuarto / Solemnity of Our Lord Jesus Christ, King of the Universe

"Para los cristianos nuestro Rey es el Señor, es decir, el centro hacia el que se dirige el sentido más profundo de nuestra vida. Al pedir en el Padrenuestro que venga a nosotros su reino, expresamos nuestro deseo de que crezca el número de personas que encuentren en Dios la fuente de la felicidad y se esfuercen por seguir el camino que Él nos ha enseñado, el camino de las bienaventuranzas. Pidámoslo de todo corazón, pues 'dondequiera que esté Jesucristo, allí estará nuestra vida y nuestro reino.'" (San Ambrosio).

"Si pretendemos que reine Cristo, hemos de ser coherentes: comenzar por entregarle nuestro corazón. Si no lo hiciésemos, hablar del reinado de Cristo seria vocerío sin sustancia cristiana." (San Josemaría)

"Elegir a Cristo no garantiza el éxito según los criterios del mundo, pero asegura la paz y la alegría que sólo Él puede dar." (Benedicto XVI)

"En las situaciones que exigen dar testimonio de la fe, el cristiano debe profesarla sin ambigüedad, a ejemplo de san Pablo ante sus jueces. Debe guardar una ‘conciencia limpia ante Dios y ante los hombres’ (Hch 24,16)." (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2.471)


"For us Christians our King is our Lord, that is, the center where the deepest feelings of our lives are going to. When in the Lord's Prayer we say “Your kingdom come”, we mean we would like to see that more and more people could find the source of their happiness in God, while following the path He shows us, which is the path of the beatitudes. Let us therefore ask it with all our heart, for "wherever Jesus Christ is, there is our life and our kingdom.'" (St. Ambrose)

"If we want Christ to reign, we must be consistent: we must begin by giving him our hearts. If we do not, speaking of Christ's reign would be a blather without Christian substance." (St. Josemaría)

"Choosing Christ does not guarantee success according to the criteria of the world, but it does ensure the peace and joy that only He can give." (Benedict XVI)

"In situations that require giving testimony of faith, Christians must profess it without ambiguity, following the example of St. Paul before his judges. They must keep a 'clear conscience before God and men' (Acts 24:16)." (Catechism of the Catholic Church, no. 2,471)